La experiencia de compra de tiquetes cuando se está en la capital del mundo podría mejorar, si un proyecto de ley impulsado por el concejal de Brooklyn, Justin Brannan, surte efecto.
Su propuesta intenta prohibir tarifas ocultas para conciertos dentro de los límites de la ciudad de New York. Estas son las que aparecen después de tomar la decisión y completar los datos de compra y y no se incluyen en el precio inicial de un boleto.
“Los precios de las entradas en nuestra ciudad ya están por las nubes. Los neoyorquinos no necesitan que los grandes minoristas empeoren las cosas al ocultar las tarifas adicionales hasta el final de una venta”, dijo Brannan. “Nadie quiere hacer clic en un tiquete que cuesta $ 50 y luego ingrese su nombre, dirección, número de teléfono, correo electrónico e información de la tarjeta de crédito, y luego descubra que en realidad cuesta $ 100 o más”.
En algunos país de Latinoamérica, como en el caso de Costa Rica, la situación no es común ya que la mayoría de eventos todavía cuentan con gran demanda de entradas físicas en taquilla.